jueves, 26 de enero de 2012

Instrucciones para volverse loco

Esta vez estoy haciendo un experimento. Siempre soñé con escribir y soñé aún más con que gente que no conozco leyera lo que escribo, internet y los blogs me han dado esa oportunidad. Este trimestre el horario de la universidad está mas relajado y me he dado la oportunidad de hacer un curso de escritura creativa, del cual llevo dos clases y por el momento me encanta! Nuestra primera tarea fue escribir unas "instrucciones para volverse loco" y yo lo hice en base a mi carrera....si no saben lo que estudio todavía (NO! no es letras ni comunicación social) podrán volverse locos como yo a continuación...espero que les guste.

    Toda persona que ha pasado por la educación universitaria asegura que es una tortura, pero una vez que se empieza a trabajar todos extrañan estudiar. Esto ya parecieran afirmaciones de loco. Para acertar en el primer intento esta no tan difícil tarea, escoja estudiar arquitectura o alguna carrera afín. Para su primera entrega deberá organizarse mejor que una madre soltera con 7 hijos que trabaja doble turno, y una vez obtenido un fino programa de ejecución, póngalo en marcha. Al principio pensará que lo está haciendo todo bien y seguirá cuerdo por dos días. Al tercer día cuando el tiempo se empieza a acabar, los primeros destellos de locura comenzarán a aparecer. Sentirá que cae libremente en un pozo sin fondo cuando las horas pasan y usted solo ha trazado dos líneas de un plano y le faltan siete planos más.
    A continuación cuestionará cada paso de aquel programa de ejecución tan organizado y que tanto tiempo le había tomado hacer. Pensará que el tiempo invertido en organizarse sería útil en estos momentos. Ya casi ha logrado du objetivo cuando empieza a tener alucinaciones, perdió el sentido del tiempo y ya no sabe si la luz a lo alto del edificio del frente sigue siendo una luz o es el sol que empieza a decirle que falló en terminar la entrega pero está logrando volverse loco.
    Una vez logrado todo lo anterior, se sienten aires de mundos sin polución y casi se puede ver a lo lejos como se acerca el tierno aroma de la locura fresca. Este, es el momento crucial, ahora es cuando deberá seguir los últimos pasos con ahínco. Son las 6 am y todavía le falta la maqueta y es cuando alguien en su casa pasa por su lugar de trabajo y pronuncia esta frase: “si no dejaras todo para último minuto, quizás te daría tiempo de terminar la entrega”, esta frase retumbará en su cabeza y se repetirá una y otra vez. Deberá decirse para sus adentros que usted hizo todo bien, se planificó y no dejó nada para último minuto. Repita estos últimos dos pasos al menos cuatro veces. Sentirá una urgencia por gritar que nadie lo entiende y que deberían los demás intentar hacer lo que usted hace sin volverse locos. Hágalo. Cuando esté seguro que ha hecho su mejor esfuerzo, agarre sus peroles y vaya a su entrega. Acepte lo que le digan sin dejar de pensar en esa pradera larga y sin un edificio, donde nadie pone las reglas y usted es el Leonardo Da Vinci de la construcción. Una vez terminado el día, regrese a casa sin importar el resultado. Cuando le pregunten cómo le fue, limítese a responder con un conciso “normal” y regrese a la cama. Intente dormir y mientras lo hace recuerde como le gritó a esa persona que vive en su casa lo que fue su primer arranque de locura. Siéntase mal al respecto. Vaya a pedir perdón. Cuando se entere que lo que quiso gritar, no lo gritó sino que fue todo una ilusión, habrá logrado su cometido.