lunes, 20 de octubre de 2014

En busca del ancla perdida

Acabo de hacer un nuevo playlist en mi ipod que se llama 'Moods' (humores). Y qué de humores últimamente.

En el último año de mi vida, han cambiado tantas cosas...sigo siendo la misma? Generalmente uno cambia cuando crece o mejor dicho, uno no cambia, crece. He visto películas y leído libros donde la gente en situaciones similares a la mía describen su transición como una vivencia que les obligó a crecer muy rápido. También he escuchado que a uno con los años se le forma un caparazón alrededor del corazón, como arrugas y eso es lo que nos permite ser adultos, por eso cuando somos niños pensamos que los adultos son fuertes, invencibles y no le temen a nada. Yo no sé si crecí, pero sin duda tengo el corazón arrugado y eso no me hizo fuerte, le temo a mucho por no decir a todo y hoy más que nunca soy vencible.

Supuestamente uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde, nadie habla de qué pasa cuando sí lo sabes e igual lo pierdes...se supone que debo sentirme mejor por haberla valorado mientras la tuve? Igual la perdí y nadie va a devolvérmela. 
Lo que nunca entendí hasta ahora, fue su influencia en mi carrera universitaria; Nadie me obligó a estudiar arquitectura, y los que me conocen saben que ella y yo tenemos una relación amor/odio (creo que como la mayoría de los que la estudian), pero a lo largo de años, rupturas amorosas, éxitos, decepciones, enamoramientos, paros universitarios y demás, cada vez que dije hasta aquí, ella me hizo entrar en razón, volver a ver la carrera con los ojos de amor y seguir porque cada vez que me caí o me pisaron, ahí estaba ella para levantarme el ánimo solo con un abrazo. Esa es la cosa de las mamás, tienen ese séptimo sentido de rascarte la cabeza justo donde te empezó a picar; así aparecía ella en pijama a las 4 am a darme ánimos en las noches de entrega, y ahora no está. Era mi ancla y ahora navego a la deriva, con el autoestima por el piso y con ganas por primera vez en cinco años de realmente tirar la toalla. -Ya falta poco ucuti- me diría, pero no está y lo que es poco parece una eternidad infinita, así con redundancia insólita. Esto no quiere decir que no tenga una tripulación maravillosa tratando de anclarme, pero también está herida, y a veces es difícil apoyarse sin brazos en una persona sin piernas y esto se vuelve enormemente más complicado cuando ambas sufren de corazones arrugados.

A veces las experiencias pasan por nosotros, en vez de al revés. Creo que esto es peor, porque cuando finalmenre pasamos nosotros por las experiencias (tristes, en la mayoría de estos casos) el dolor es exponencialmente mayor. Si hace dos años me hubiesen dicho que en un período de cuatro meses viviría el día más triste y el más feliz de mi vida hasta el momento, no sé que hubiese hecho, pero hace dos años me hubiese parecido imposible. Pero la vida es así, inesperada e implacable, te da y te quita sin aviso cosa que todos sabemos, pero no entendemos hasta que lo vivimos. 

Yo perdí a mi mamá el 25 de Agosto del 2013, con veinticinco años. La mayoría de las personas hablan y me dicen: qué suerte que la pude tener un ratito. Yo dije lo mismo en sus shloshim (conmemoración de treinta días de fallecimiento) y es verdad, mucha gente no tiene la suerte de tener una mamá mientras crecen, y menos una como la mía; también es verdad que soy una mujer adulta, casada, como diría ella hecha y derecha, pero hace un año, un mes y veintisiete días volví a tener quince, me siento frágil, insegura y en constante necesidad de ella aunque lo niegue.

Sé que no parece justo, ella fue la que sufrió esa enfermedad horrible y ella fue la que sin aviso tuvo que partir. Pero todos los libros de cáncer, o por lo menos los que yo conozco y he leído, te echan el cuento desde la persona que lo padece y lo horrible que es para el/ella y sus familiares y amigos, y lo es, hasta ahí es verdad. Pero así como Hazel se deshace porque Van Houten le diga qué pasa después que Ana muere con su madre y su hamster, que le diga que estuvo bien y fue feliz (sí, leí el libro y lloré como una magdalena en la película); yo también desesperadamente necesito que el autor me diga que voy a estar bien y que voy a ser feliz, pero cada vez que me empiezo a sentir genuinamente feliz, la extraño...no puedo evitarlo. La extrañé en mi boda, me parte el corazón que no me va a ver con -el título debajo del brazo-, ella lo quería más que yo, y sin embargo lo único más devastador que no poder tenerla en mis momentos más felices, es saber que no va a estar con nosotras cuando mi hermana triunfe en estas cosas y más, ni con mi papá en la etapa de la nueva luna de miel (cuando los hijos se van de la casa). Y la extraño, y la extraño, todos los días, a todas las horas y en todos los momentos posibles, en todas las buenas madres que me encuentro por el camino la veo y la extraño, todo es horriblemente familiar y desgarrador y la extraño. 

La extraño y explicar la cantidad de rabia que le tengo es aún más difícil de lo que es extrañarla, estoy molesta, molesta con ella por dejarnos, por no escuchar consejos, por no dejar de fumar, por no comer vegetales sino pepitos, susy y pepsicola, pero más que todo estoy molesta porque la última vez que recuerdo haberle dado un abrazo bien dado, apuchungado, en el que completamente me entregué fue la última entrega que pasé antes de que falleciera, y aunque fue y sigue siendo mi ancla (aunque ahora no esté "anclada") me molesta saber que hasta eso me quitó esta carrera. Y por eso hoy odio a la carrera, porque después de un año un mes y veintisiete días me sigue doliendo como si fuera aquel 25 de agosto y no se acaba, no se hace más fácil, el vacío no se llena ni he aprendo a vivir con él, solo está ahí esperando la próxima entrega para implosionar y carcomerme. Y la extraño...










1 comentario:

  1. Wao... Hace tanto tiempo que está ésto aquí escrito y no lo había leído. Que bellas palabras, espero que con el paso del tiempo que estemos juntos, pueda ayudarte (asi sea un poco) a que permanezcas anclada a todas las cosas que te gustan y que las circunstancias inevitables de la vida no te hagan sentir mas a la deriva. Te amo infinito!

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